Atención a Partos Dignos en Chiapas con Compañeros En Salud

La Casa Materna de Chiapas atiende a mujeres en trabajo de parto para proveer atención digna


Yareth Macías tiene 30 años y es originaria de Jaltenango, Chiapas. Vivió la mayor parte de su vida en este pueblo, pero desde hace un año vive junto con su esposo en Lima, Perú.

A inicios de 2021, Yareth se enteró de que estaba embarazada. ¡Su primera gesta! La emoción se le desbordaba, pues se trataba de un sueño que ella y su esposo habían tenido por mucho tiempo. El embarazo transcurrió con normalidad mientras ellos estaban en Perú, pero Yareth quería que su hija naciera en México junto a su familia, por lo que a los 7 meses de embarazo regresó a Jaltenango.

Los días pasaban con normalidad, hasta que un día, Yareth sintió que su bebé no se estaba moviendo como normalmente lo hacía. Siguiendo los consejos de sus familiares, tomó jugo de naranja, comió chocolate, trataba de moverse para ver si algo estimulaba a su bebé, pero nada funcionaba. 4 largas horas pasaron, y ya no pudo más con la preocupación.

Con la preocupación de toda madre primeriza, corrió hacia la Casa Materna de Jaltenango buscando respuestas. Desde 2017, Casa Materna opera en el Hospital Básico Comunitario Ángel Albino Corzo, brindando atención humanizada a mujeres embarazadas, con el apoyo de parteras profesionales y pasantes de la Licenciatura en Enfermería Obstétrica en una colaboración entre Compañeros En Salud y la Secretaría de Salud.

La enfermera Estefanía Monterrosas fue quien recibió a Yareth, y con paciencia y dedicación le realizó ultrasonidos, checó los latidos de la bebé, y le explicó que no pasaba nada malo con ella; ¡la bebé sólo estaba muy tranquila!

Después de esta primera experiencia en Casa Materna, Yareth supo que quería que su hija naciera allí. Le explicaron el modelo de parto humanizado, que ella podía escoger la posición para parir, escuchar música durante el parto y tener un/a acompañante, cosa que en la mayoría de hospitales es difícil que suceda.

Yareth esperaba con ansias a su bebé.

Créditos: MJ Fotografía

El día del parto se acercaba y el esposo de Yareth, Fernando, seguía en Perú. Él no quería perderse un momento tan importante, por lo que quiso viajar a México un par de semanas antes.
El 19 de septiembre de 2021, a las 2 de la mañana, Yareth comenzó a tener dolor en el vientre, “Yo no sabía si eran las contracciones falsas (Braxton Hicks) o mi bebé ya iba a nacer” dice Yareth. De acuerdo al calendario, todavía le faltaban 3 semanas para dar a luz.

Las contracciones no se iban, y al cabo de 3 horas Yareth rompió fuente. Su mamá la llevó de inmediato a la Casa Materna. “Estaban pasando muchas cosas, mi esposo ya estaba en Tuxtla, a 3 horas de Jaltenango, pero no sabíamos si alcanzaría a llegar para ver nacer a nuestra hija”.

En las instalaciones de Casa Materna, el equipo de enfermería obstétrica hizo ejercicios con pelotas de parto, masajes, aromaterapia y un baño de agua caliente con hierbas para disminuir el dolor. Yareth intentaba no concentrarse en el dolor, mientras su madre le hacía compañía y tenía un equipo de enfermeras y enfermeros al pendiente de ella.

Al ser su primer parto, Yareth dilataba lentamente, pero para las 11 de la mañana ya estaba casi lista para dar a luz. Casi como si hubiese estado planeado, su esposo llegó a las 11:45 am directamente a Casa Materna para ver nacer a su futura hija, apoyó a su esposa con masajes, y casi como si su pequeña hubiera estado esperándolo, nació 30 minutos más tarde.

María Fernanda, la hija de Yareth, nació un 19 de septiembre de 2021

“Quedé fascinada con el trato en Casa Materna,” cuenta Yareth, “muchas veces una no quiere ir a hospitales por miedo al maltrato”. La violencia obstétrica es una realidad que muchas mujeres viven en México, donde sufren de regaños, malos tratos, humillaciones y pasan por procedimientos no autorizados.

El personal de Compañeros En Salud y Casa Materna tiene como misión atender partos de manera digna, humanizada y respetuosa para romper con estos patrones violentos que pueden llegar a ser traumáticos para las pacientes.

“No sabía cómo agradecerles lo que habían hecho por mí, así que opté por hacerles un donativo de pañales, toallitas y mantas para más madres y bebés que pudieran necesitarlo.” Dice Yareth.