Mujeres cuidando mujeres: Cuidados maternos en Chiapas, México
Trabajadoras comunitarias de la salud brindan apoyo y acompañamiento a mujeres embarazadas en zonas rurales de Chiapas
En un día cualquiera, Vilga Vázquez cocina para su familia, limpia la casa y hace las compras del hogar, pero sus tareas no terminan allí. Esta mujer de 36 años tiene un segundo empleo: cuidar de mujeres embarazadas o que recién han dado a luz en su comunidad.
Doña Vilga es trabajadora comunitaria de la salud (Acompañante) con Compañeros En Salud en la comunidad de Capitán Luis A. Vidal en Chiapas, México. Compañeros En Salud (CES) colabora con Secretaría de Salud para proveer de servicios médicos y apoyo social en Chiapas, el estado con más pobreza en México, desde 2011.
Las trabajadoras comunitarias de la salud, o Acompañantes, como las llamamos en CES, son mujeres locales que reciben capacitación para proveer servicios médicos básicos, como la detección temprana de distintas enfermedades, así como promover la adherencia al tratamiento. Actualmente, CES trabaja con casi 100 Acompañantes en distintas comunidades de la sierra, y se especializan en diferentes ramas, como enfermedades crónicas, salud mental, salud materna, y recientemente COVID-19.
Control prenatal y postnatal desde casa
Cuando Vilga se enteró del programa de Acompañantes, sintió interés inmediatamente. Estaba muy emocionada por poder aprender sobre diferentes temas de salud.
“Me interesaba mucho formar parte de esto” dice ella. “Pensé que aunque no me seleccionaran, por lo menos habría aprendido cosas sobre diabetes o hipertensión para poder cuidar de mi familia y de mí misma.”
Vilga ha sido Acompañante durante 4 años, especializándose en salud materna, un área que conoce a nivel personal.
Cada semana, Vilga visita a diferentes mujeres embarazadas en sus hogares, dando atención prenatal y postnatal. Estas visitas domiciliarias son importantes, afirma ella, porque muchas veces es difícil que las pacientes viajen durante varias horas para llegar a una clínica, e incluso aquellas que puedan viajar, tal vez tengan que esperar por muchas horas antes de ser atendidas.
Las Acompañantes como Vilga brindan un apoyo esencial a sus pacientes, mientras las acompaña identificando sus síntomas, navegando los sistemas de salud y dándole seguimiento a su tratamiento.
Generando Confianza
Vilga Vázquez visita a sus pacientes semanalmente desde el segundo trimestre de embarazo hasta que el bebé nace, y después durante los 42 días posteriores al parto, periodo conocido como puerperio.
Durante las visitas domiciliarias, ella les pregunta a sus pacientes sobre algunas señales de alarma, como sangrado o dolor agudo, y checa sus niveles de glucosa y presión arterial. También les da información importante sobre el embarazo y parto, así como sobre las etapas del desarrollo del bebé.
Estas visitas no se tratan únicamente de tocar puertas y dar información. Es importante generar confianza con las pacientes, dice Vilga.
“En la primera visita les explico todo” dice ella. “Les hablo sobre salud materna, la importancia de la leche materna, cambios en el peso y planificación familiar.”
Con algunos pacientes, la conexión se vuelve muy personal. Vilga recuerda el caso de una paciente embarazada que al inicio era muy tímida y reservada, y le preocupaba que fuera a ser difícil relacionarse con ella. Pero al poco tiempo, conforme las pláticas avanzaban, Vilga se convirtió en una red de apoyo, impulsándola a compartir no sólo preocupaciones sobre su embarazo, sino sobre su vida personal y familiar también.
“A veces vemos a las personas y no sabemos cómo son en realidad,” dice Vilga. “Cuando esta paciente tuvo a su bebé, me pidió que no la dejara de visitar, y yo sentí que gané una amiga.”
Los cuidados continúan durante COVID-19
Durante la pandemia de COVID-19, los cuidados médicos y el apoyo social continúan, por lo que el trabajo de las Acompañantes es esencial, especialmente en un lugar como Chiapas.
Para evitar los contagios, Vilga y sus compañeras toman rigurosas medidas de precaución, como el uso de cubrebocas, lavado de manos frecuente, y reducir el numero de visitas domiciliarias. También distribuyen cubrebocas en las clínicas y están al pendiente de los síntomas respiratorios que puedan presentar.
Pero incluso con estos cambios, Vilga se mantiene ocupada. Actualmente visita a cinco pacientes de su comunidad, y no planea detenerse pronto.
“Lo que más me gusta de mi trabajo es aprender y ayudar. Lo que aprendo lo puedo aplicar y comunicar con los demás. Aprendo que hay que cuidar nuestro cuerpo, ayudar a las personas, y construir una red de apoyo entre nosotras.”
“El acompañamiento es una parte esencial de nuestro trabajo, porque amplía la red de apoyo de nuestros pacientes, además de fortalecer la confianza que tienen en nuestros servicios y las Acompañantes, porque ellas son parte de las comunidades, y llevan nuestros servicios a los hogares mediante sus visitas domiciliarias” dice la Dra. Ariwame Jiménez, Coordinadora del Programa de Acompañantes en Compañeros En Salud.