Empoderando mujeres en trabajo de parto en Chiapas, México

El modelo de parto respetuoso de Casa Materna

Desde 2016, Casa Materna atiende a mujeres embarazadas provenientes de zonas rurales de Chiapas.

A pesar del tiempo que ha pasado, Estefanía Monterrosas todavía recuerda a esta paciente.
Una chica que llegó a Casa Materna, sola en la madrugada. Había cruzado la frontera de Guatemala a México con pocas pertenencias y algunos documentos de identificación.

Ella tenía tan solo 15 años, tuvo que huir de casa. Estefanía nunca había visto antes a esta chica, pero la reconocía.

“Yo también fui madre adolescente,” dice Estefanía. “Así que la entendía, y sabía cómo se sentía. Ninguna mujer debería pasar por lo que yo pasé.”

Casa Materna es un centro de atención a mujeres embarazadas y en trabajo de parto en Jaltenango, Chiapas, donde labora Compañeros En Salud desde hace una década, en colaboración con Secretaría de Salud.

Esa noche, Estefanía recuerda a las enfermeras y parteras entrando en acción, con esa chica que era madre primeriza, para asegurar que diera a luz de manera segura. Es una experiencia que se le ha quedado grabada durante años, y ha encendido una pasión en ella por los modelos de parto respetuoso. Hoy en día, Estefanía es supervisora de pasantes de enfermería obstétrica en Casa Materna, y se encarga de compartir esta pasión con sus compañeras todos los días.

“Casa Materna es un ejemplo de cómo las cosas se pueden hacer diferente,” dice Estefanía. “Finalmente, siempre es posible.”

Estefanía, quien fue pasante de enfermería obstétrica, y ahora es supervisora de pasantes con Compañeros En Salud, trabaja todos los días para modificar la realidad que viven muchas mujeres en instituciones de salud a la hora de dar a luz.

Parto Respetuoso

Desde 2016, Casa Materna ha acompañado a más de 821 mujeres durante su parto, y ha ofrecido más de 10,000 consultas de control del embarazo y control prenatal.

“Recuerdo cómo fue cuando se estableció la Casa Materna y me pone muy nostálgica,” dice Estefanía “es algo con lo que siempre habíamos soñado.”

Desde el inicio, Casa Materna ha funcionado bajo un modelo de parto respetuoso, que reconoce la autonomía de cada mujer, de tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y el momento del parto – comparado con las experiencias de muchas mujeres en hospitales mexicanos, donde el parto es visto únicamente mediante un lente médico, y las voces de estas mujeres son ignoradas. El personal de Casa Materna informa a las mujeres sobre sus opciones, por ejemplo, la posición para parir, el ambiente que quieren tener, las personas que quieren que las acompañen en ese momento, entre otras cosas.

“En Casa Materna, tratamos de que cada mujer tenga toda la información necesaria para tomar la decisión que más se adecúe a sus gustos y necesidades,” dice Estefanía. “Creemos completamente que el parto debería ser de acuerdo con cada cuerpo y cada mujer.”

“Me siento viva”

La mayor parte del personal clínico de Casa Materna son pasantes de enfermería obstétrica haciendo su servicio social con Compañeros En Salud, con colaboración de parteras tradicionales y profesionales. Este modelo ha demostrado infinitas posibilidades en salud materna en contextos rurales, donde los médicos especializados escasean.

María Avendaño, una pasante de enfermería obstétrica que llegó a Chiapas en Agosto de 2021 comenta que “A pesar de llevar muy poco tiempo aquí, siento que ya he aprendido muchísimo. He aprendido sobre trato digno y he desarrollado mis habilidades para conectar con las pacientes.”

Aunque María lleva poco tiempo con Compañeros En Salud, comparte sus experiencias y aprendizajes con sus demás compañeras, para así lograr partos dignos en México.

“Pienso que Casa Materna es un espacio seguro para todas las personas que nos dedicamos a brindar servicios a mujeres embarazadas,” dice la supervisora Estefanía Monterrosas, “siempre podemos aprender algo nuevo de alguien.”

Es un proceso que ha enfrentado varios retos, mientras atravesamos la pandemia de COVID-19. El personal de Casa Materna ha tenido que operar con recursos limitados y luchar para que las pacientes con complicaciones sean aceptadas en hospitales especializados – un proceso que toma varias horas, y que depende de la disponibilidad de ambulancias y hospitales.

En medio de la incertidumbre, Estefanía y María hacen lo que pueden para mantenerse firmes, mientras abogan por el trato digno y partos respetuosos en el corazón de la Casa Materna.

“Hay días más pesados o tranquilos que otros, pero al final del día, siempre me voy sintiéndome viva” dice Estefanía.