Salud y resistencia: Desafíos y soluciones desde la comunidad

Texto por Mónica Granados y Pablo Flores | Supervisión Clínica Comunitaria

Desde 2023, el acceso al derecho a la salud ha sido aún más desafiante para diversas comunidades de la Sierra de Chiapas, con reubicaciones temporales del personal de salud. Estas ausencias han dejado a comunidades enteras con acceso muy limitado a atención médica, debido a diversos factores que históricamente han obstaculizado el ejercicio de este derecho. 

Ante esta realidad, los habitantes de las comunidades han demostrado, más que nunca, que las clínicas les pertenecen. En un acto de resistencia y organización, muestran su compromiso con la salud y el bienestar de sus habitantes. 

Clínica comunitaria en Soledad, Chiapas

Gracias al apoyo de las trabajadoras comunitarias y auxiliares de salud, las puertas de la atención clínica siguen abiertas. La colaboración entre organizaciones de la sociedad civil y autoridades locales es fundamental para continuar con la entrega de medicamentos y el acompañamiento a pacientes, en la medida de lo posible. En las comunidades donde la situación lo permite, las auxiliares de salud —trabajadoras comunitarias encargadas de proveer servicios en las unidades de atención— siguen atendiendo a las personas que lo solicitan, y las trabajadoras comunitarias continúan visitando hogares. 

Con el objetivo de seguir presentes, a pesar de los desafíos, CES ha puesto en marcha un programa de telemedicina en cuatro comunidades, con el apoyo de un equipo multidisciplinario conformado por trabajadoras comunitarias, auxiliares de salud, enfermería y médicas. 

Este programa ha permitido retomar el seguimiento de personas que viven con alguna enfermedad crónica (como diabetes o hipertensión), dar acompañamiento a mujeres embarazadas, y brindar consultas generales, entre otras acciones. Con la ayuda de las auxiliares, se realiza una evaluación a cada persona que acude a la clínica para determinar si su atención puede resolverse en comunidad, si requiere programarse una consulta por videollamada con personal de enfermería y/o medicina, o si es necesario trasladarse a Jaltenango para una valoración presencial. 

Aunque es un paso importante, sabemos que nuestro compromiso con las comunidades no termina aquí. Seguiremos trabajando con el propósito de mejorar y extender este programa a todas las comunidades en las que trabaja CES. 

A todas las trabajadoras comunitarias, auxiliares de salud y personal de enfermería que han sostenido la salud de sus comunidades en los últimos meses, queremos expresarles nuestro más profundo agradecimiento y admiración. Gracias por no rendirse, por estar allí cuando más se les necesita, y por recordarnos que, a pesar de todo, la salud es y siempre será un derecho humano. 


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