Leini, la trabajadora comunitaria de la salud que apoya a pacientes con COVID-19 en Chiapas rural
Todos los días de 9am a 1pm, Leini Escalante trabaja como auxiliar de la clínica de la comunidad de Honduras de la Sierra en Chiapas. Posteriormente regresa a casa para alimentar a sus dos hijos, y después vuelve a salir para visitar pacientes con síntomas respiratorios en aislamiento.
Lo que podría parecer un día ajetreado para algunos, es un día normal para Leini, una trabajadora comunitaria de la salud (Acompañante) de Compañeros En Salud. Su trabajo es esencial, especialmente en estos tiempos. Desde el inicio de la pandemia, al menos 7,755 personas se han infectado de COVID-19 en Chiapas, donde 76% de la población vive en pobreza.
Las Acompañantes, como se les llama en Compañeros En Salud, son mujeres residentes de distintas comunidades rurales de Chiapas. CES entrena a estas Acompañantes como trabajadoras comunitarias de la salud para que apoyen a pacientes con enfermedades crónicas y tengan una mejor adherencia a su tratamiento para mantener una salud estable.
Leini ha sido Acompañante en la comunidad de Honduras de la Sierra por 4 años aproximadamente. Se motivó para ser trabajadora comunitaria de la salud porque vive frente a la clínica y constantemente veía a otras Acompañantes participando en cursos, entrenamientos y visitando a sus pacientes, así desarrollando habilidades y adquiriendo conocimientos para cuidar de los demás. Durante varios años se concentró en pacientes de salud materna, pero durante 2020, cuando la pandemia llegó a su pico en la sierra de Chiapas, el trabajo de Leini dio un giro – se concentró completamente en pacientes con síntomas respiratorios y COVID-19.
Desde entonces, Leini cuida a pacientes en aislamiento y apoya a la clínica de su comunidad. En Chiapas – un estado históricamente marginado donde las zonas rurales tienen barreras de acceso para servicios de salud de calidad, pocas pruebas PCR y viajes de hasta 3 horas para llegar al hospital más cercano – el trabajo de Leini se ha vuelto indispensable.
Cuando los pacientes tienen síntomas respiratorios y llegan a la clínica, se toman sus signos vitales y de acuerdo a sus datos se ponen en aislamiento en sus casas; allí, Leini les hace visitar regulares. Si tienen factores de riesgo como diabetes o hipertensión, se les visita diariamente, de lo contrario, cada 3 días.
Leini también apoya el seguimiento de contactos en su comunidad, identificando a las personas que han estado en contacto con casos sospechosos o confirmados y manteniéndose al pendiente de ellos en caso de que presenten síntomas.
“Me gusta mucho mi trabajo porque siento que hago algo que vale la pena” dice Leini. “Mi trabajo es importante porque estoy ayudando a los demás pacientes, convivo con ellos y sus familias, resuelvo sus dudas y me gano su confianza. Me ha ayudado mucho porque así me mantengo ocupada, antes me estresaba mucho en mi casa, pero esto ha mejorado mi tranquilidad”
Leini menciona el caso de una de sus pacientes que presentaba algunas señales de depresión. Mientras las visitas avanzaban, la paciente comenzó a abrirse con ella y a hablar sobre su vida personal, afirmando que le gustaba recibir estas visitas porque sentía que alguien se preocupaba por ella y cuidaba de su salud.