Acompañando parejas durante el trabajo de parto: La importancia del parto humanizado

Por Esmeralda Bautista, Pasante de la Licenciatura en Enfermería Obstétrica en Compañeros En Salud


Magnolia estaba a punto de vivir su primer parto en Jaltenango de la Paz, Chiapas. Se sentía nerviosa, tenía miedo y no sabía que esperar, pero estaba segura que estaba lista porque estaba en compañía de su esposo, estaban listos para conocer a su hija, Génesis.

Desde el 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que se les brinde acompañamiento a las mujeres en trabajo de parto por la persona de su elección. Esto lo confirma la Guía de Práctica Clínica en México, con el objetivo que la mujer tenga una experiencia digna y positiva en este proceso. Como personal de enfermería obstétrica, pienso que es nuestro deber que las mujeres conozcan sus derechos durante el parto, como el tener un acompañante, poder moverse, así como elegir la posición más cómoda para ellas.

El día del parto, Magnolia asistió a la Casa Materna de Jaltenango de la Paz, Chiapas. Allí, ella pudo cambiar de posiciones, beber té, jugo y agua, así como estar acompañada de su esposo. Durante el trabajo de parto, él se acercó a Magnolia y vio algo blanco saliendo. ¡Era su bebé asomándose! finalmente después de varios pujos por parte de Magnolia, a las 18:57, nació Génesis. La recién nacida abrió los ojos inmediatamente para ver a sus padres, quienes estaban conmovidos por al fin, después de 9 meses de espera, haberse conocido.

La enfermera Esmeralda realizó un cierre de caderas con rebozo a Magnolia posterior a su parto.

El acompañamiento durante el trabajo de parto es un derecho al que todas las mujeres embarazadas deben tener acceso. Se ha demostrado en diferentes estudios que los besos, caricias y el acompañamiento de una persona querida favorecen la progresión y ayudan a la liberación de diferentes hormonas como la oxitocina, llamada “hormona del amor”. Esta hormona estimula las contracciones uterinas, que son aquellas que permiten la apertura del canal de parto, así como el descenso y salida del bebé; sin embargo, no solo ayuda a favorecer las contracciones - se ha encontrado que también ayuda a disminuir la percepción del dolor.

Posterior al nacimiento de Génesis, visitamos a Magnolia en su casa, quien se encontraba cansada pero feliz. Como todos padres primerizos, Magnolia y su esposo estaban llenos de dudas: ¿su leche era suficiente?, ¿es normal que duela el pezón?, ¿Por qué llora tanto mi bebé, es normal? en la visita tuvimos oportunidad de resolver todas las dudas y acompañar por un momento en el proceso de adaptación a la nueva familia. Esta nueva madre se adaptaba a su nuevo rol, y le interesaba mucho el bienestar de su hija.

“Nuestra opinión sobre las visitas fue algo sorprendente, ya que fue algo nuevo para esta generación. Antes no se hacían esas visitas, y fueron muy buenas para despejar dudas que uno tiene sobre padres primerizos que somos”, comentaron Magnolia y su esposo.

En México, el acompañamiento posterior al nacimiento no es común. No hay guías/recomendaciones para las visitas posteriores al parto; únicamente se menciona en la Norma Oficial Mexicana que se deben dar 2 consultas en donde se aborden temas como el cuidado del recién nacido, nutrición materna, inmunizaciones del recién nacido, evaluar el sangrado transvaginal e involución uterina.

La mayoría de estas acciones se llevan en un primer nivel de atención; sin embargo, en comunidades marginadas, como la sierra madre de Chiapas, los centros de salud más cercanos están a 1 hora o más tiempo; de igual manera, el transporte es escaso o no hay, y estas barreras dificultan el acceso a las mujeres a un acompañamiento posterior a su parto.

Como personal de enfermería obstétrica, recalco la importancia de informar a las mujeres sobre los derechos que tienen sobre su parto, reconocer y recordarles que las principales protagonistas, son ellas, y que son quienes tendrán la toma de decisiones, ayudarlas en su empoderamiento para que puedan elegir, y a su vez, informar sobre todas las opciones que tienen para su parto (tomar agua, moverse, elegir la posición de su parto); así como ofrecerles nuestro acompañamiento como personal de salud.

“Nos sentimos con mucha confianza con quienes atendieron el parto” comentan Magnolia y su esposo.

“En nuestra experiencia personal nos sentimos muy cómodos y con mucha confianza con quienes atendieron el parto, ya que se formó un vínculo durante las visitas a casa materna y hasta el final del parto. Todo fue una experiencia, muchos sentimientos encontrados, al final todo fue perfecto” comenta Magnolia, acerca de su parto en la Casa Materna de Jaltenango de la Paz.

Es importante mencionar que hay recomendaciones a nivel global y nacional sobre el acompañamiento en el trabajo de parto; sin embargo, en muchas instituciones sobre todo en sectores públicos en zonas urbanas esto no se lleva a cabo. Todavía se hace la separación de la mujer de su familia en su ingreso hospitalario, no permitiendo tener un acompañante, ingesta de líquidos o la oportunidad de elegir la posición al parir. Este es un llamado a todo el personal de salud a recordar el trato humanizado a las mujeres, recordar que no es solo el parto, es el nacimiento de una nueva persona y familia.

Finalmente, el acompañamiento a la mujer durante el trabajo de parto y puerperio por parte del personal de salud, también es válido e importante. Disminuye la barrera de personal sanitario – usuaria que recibe atención, creando un ambiente de confianza donde la mujer pueda expresar dudas, y de esta manera, mejorar su experiencia en el parto. Como personal de salud, somos responsables de la calidad de atención que reciben las mujeres y la perspectiva que tendrán acerca del sistema de salud, en relación a como vivan su parto; así como el acompañamiento que les podamos dar posterior a que regresen a casa.